«La separación entre lo posible y lo imposible determina nuestra vida privada y pública. Con demasiada frecuencia decimos: «No soy capaz de hacer eso», cuando no es verdad. Y esa afirmación se convierte en una profecía que se cumple por el hecho de enunciarla. Convertimos lo posible en imposible, y de paso nos hacemos impotentes. (...) El pesimismo - que restringe el campo de lo posible- goza de un prestigio intelectual que no merece. Todos vivimos gracias a optimistas, que hicieron retroceder la frontera de lo imposible.»
José Antonio Marina in El Mundo
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